1/5/07

EL FAUVISMO Y SU EVOLUCIÓN

En lo que concierne a la pintura, se dice que el siglo XX comenzó con cinco años de retraso. Entre 1901 y 1906 se celebraron en París varias exposiciones de Van Gogh, Gauguin y Cézanne. Los pintores jóvenes que se habían criado en el estado “decadente” de los años 1890 quedaron impresionados y algunos de estos elaboraron un estilo nuevo y radical, lleno de colores violentos y grandes distorsiones. En 1905 hacen su primera aparición pública en la que dejaron sorprendidos a los críticos que les dieron el nonbre de fauves (“animales salvajes”). Les unió un sentido compartido de la liberación y la experimentación.

Matisse

Fue su miembro principal. La alegría de la vida, quizás sea el más importante de su carrera y el más característico del Fauvismo.



Es evidente la influencia de Gauguin (El Cristo amarillo) colores planos, perfiles muy ondulados y sus formas; incluso su tema sugiere a la visión del hombre en su estado natural.



Pero nos damos cuenta de que estas figuras no corresponden al hombre salvaje, sino a la de una bacanal al estilo de Tiziano (Bacanal).



Hasta las posturas de las figuras tienen un origen clásico con un conocimiento muy profundo del cuerpo humano (Matisse se formó según la tradición académica). Lo que convierte al cuadro en algo tan revolucionario es la simpleza, y su << genio de omisión>>: todo lo que puede ser, está de una manera real o se ha afirmado implícitamente, pero manteniendo lo esencial de la forma plástica y la profundidad espacial.
Matisse en una entrevista dijo: << Lo que soy en fin y al cabo y por encima de todo es expresión, pero la expresión no consiste en la pasión reflejada en un rostro humano… toda mi pintura es expresiva>>. Siempre dijo que el propósito de su pintura era el de proporcionarle placer.



En Armonía en rojo utiliza el mismo diseño plano de azul sobre rojo en la mesa y en la pared pero distinguiendo los planos horizontales y verticales. Cezanne ya había introducido esta integración en el diseño de la pintura Frutero, vaso y manzanas.



El << genio de omisión>> de Matisse vuelve a funcionar al reducir al mínimo el número de matices de color. No tendría tanto significado en una reproducción en blanco y negro.

Rounault; Soutine




A diferencia de Matisse, para Georges Rouault la máxima expresión se consigue por medio del rostro humano. Es el autentico heredero de Van Gogh y Gauguin por la preocupación del estado corrupto del mundo. Al haberse formado como trabajador en la vidriería, estaba mejor preparado que los otros fauves para aceptar el entusiasmo de Gauguin por el arte medieval. El viejo Clown, que actua como hombre que representa a toda la humanidad. Se observan áreas de color brillante perfiladas con líneas negras a modo de vidrieras góticas. Aquí, la resignación y el sufrimiento interior nos recuerdan a Rembrant y Daumier.
El único artista parisino que siguió el camino de Rounault fue Chaim Soutine, un inmigrante de la Europa oriental. Ave muerta, aunque la pintura pertenece a la categoría de bodegón, es un símbolo aterrorizador de la muerte. El cuerpo desplumado tiene gran parecido al del cuerpo humano. Por su capacidad para transformar la angustia absoluta en forma visual, Soutine no tiene igual entre los artistas modernos.



Nolde; Kokoschka; Beckmann

Fue en Alemania donde el Fauvismo provocó el impacto más duradero, especialmente los miembros del grupo Die Brücke (el puente), de mentalidad afín que vivió en Dresde en 1905. Emile Nolde compartió la predilección de Rounault por los temas religiosos.



Las superficies gruesas y su dibujo “torpe” de su Ultima Cena dejan claro que Nolde rechazaba el refinamiento pictórico a favor de la expresión inspirada por Gauguin.
Oskar Kokoschka, austriaco.





Max Beckmann se convirtió en expresionista tras pasar por la experiencia de la Primera Guerra Mundial. En Despedida muestra un mundo de pesadilla, en el que se amontonan figuras que parecen muñecos, que nos recuerda a la visión que tenía el Bosco del infierno.





Sin embargo, su simbolismo es más difícil de interpretar. Las dos escenas llenas de mutilaciones nos evocan a la desesperación del ser humano, mientras que el dibujo estable de la tabla central transmite la esperanza de una huida. Beckmann pasó los últimos tres años de su vida en América.

La pintura no objetiva: Kandinsky



El paso más original y osado más allá del Fauvismo lo dio en Alemania un ruso, Wasily Kandinsky, que encabezaba un grupo de artistas de Munich llamados Der Blaue Reiter (El Jinete Azul). Kandinsky abandonó totalmente la representación desde el año 1910. Utilizando los colores del arco iris y las pinceladas de los fauves parisinos, creó un estilo absolutamente no objetivo. Su finalidad era el de cargar la forma y el color con un significado espiritual eliminado el parecido con el mundo físico.

O´keeff

Los americanos se familiarizaron con los fauves por las exposiciones celebradas desde 1908 en adelante, y después de la Segunda Guerra Mundial se produjo un creciente interés también por los expresionistas alemanes. La fuerza impulsora que hay tras el movimiento modernista estadounidense fue el fotógrafo Alfred Stieglitz. Los miembros más originales del grupo de Stieglitz, Arthur Dove y Georgia O´keeffe, practicaron formas de abstracción que tenían una gran deuda con Kandinsky.